lunes, 22 de marzo de 2010

LEY DE INTEGRIDAD (Por Dan Millman)

LA VIDA EN NUESTRA VERDADIntegridad significa vivir y actuar alineado con las Leyes Espirituales y con nuestra más alta conciencia,a pesar de impulsos a hacer lo contrario.Del corazón de la integridad, reconocemos, aceptamos, y expresamos nuestra auténtica realidad interior, inspirando a los demás no con palabras, sino con nuestro ejemplo.No estoy seguro de ganar pero estoy seguro de ser verdadero.No estoy seguro de tener éxito pero estoy seguro de vivir de acuerdo a la luz que tengo.Abraham LincolnDespués de ver el halcón girar con las corrientes de aire, nos dirigimos hacia un valle profundo donde los árboles llevaban un lazo de musgo de esmeralda. Mientras descendíamos reflexioné sobre las Leyes que había aprendido hasta el momento, pero apenas pude recordar algún detalle.Refiriéndose a mis preocupaciones, la santa dijo, "no tienes que recordar todas las palabras, viajero. Las palabras son sólo sonidos. Algunas voces tienen el poder de penetrar el corazón y tocar el alma. Esta autoridad espiritual sólo la adquieres viviendo acorde a las Leyes de la Espiritualidad."Deteniéndose, ella miró en la lejanía y señaló un pico ante nosotros. "¿Puedes ver la cima de esa colina?""No querrás que le de con una piedra, ¿verdad?"Ella sonrió. "No, nada de eso. Sólo quiero que vayas hasta arriba del todo y vuelvas aquí en treinta minutos."Miré hacia la cima. "¿Treinta minutos? Pero si hasta corriendo a tope todo el camino de ida y vuelta, dudo que – quiero decir, supongo que podría trabajar con mis creencias -""Te quedan veintinueve minutos," dijo ella.Me callé y salí.La carrera fue difícil y dolorosa. A mitad de camino para arriba, mis pulmones quemaban de tal manera que consideré la posibilidad de dar media vuelta antes de alcanzar la cima. Sentí que no podía continuar, pero tenía que hacerlo, y por tanto lo hice; llegué a mis límites y los superé.Cuando volví casi caí a sus pies. Llegué diez minutos tarde. Estaba respirando con fuerza y me estaba planteando que significaba ese fracaso, cuando la santa preguntó, "¿por qué no te has vuelto antes de llegar a la cima? De esa manera habrías podido llegar a tiempo. ¿Quién hubiera sabido la diferencia? Yo no lo hubiera sabido.""Yo sí," dije recuperando la respiración. "Yo lo hubiera sabido."Ella sonrió. "Ahí la tienes: la Ley de la Integridad consiste en vivir en consonancia con tu mayor conciencia a pesar de los impulsos a hacer lo contrario – sobre cómo te comportas cuando nadie te está mirando."La santa me guió, todavía jadeando, hacia una cuesta que nos llevó a un lago estacional, todavía lleno de las lluvias del invierno. Sin rastro alguno de conciencia de identidad, se quitó sus ropas exteriores y se metió en el lago. Yo hice lo mismo. No era una experiencia diaria estar a solas en las montañas, casi desnudo con otra mujer que no fuera mi esposa. La santa era suficientemente atractiva; me encontré preguntándome si tenía una vida amorosa. Sentí un poco de culpabilidad. No es que tuviera ningunas intenciones sexuales – yo tenía mis reglas – pero no puedo negar que el pensamiento no cruzara mi mente.Justo entonces, ella se giró hacia mí y respondió a mis pensamientos: "Romper los códigos de la sociedad es como nadar hacia arriba por un río, contra la corriente de los valores contemporáneos. Puede ser hecho si es el deseo más profundo de tu corazón, pero hace la vida más difícil – exhausta – y tiene consecuencias.""¿Cómo cuales?""Tales como agitar las creencias y emociones de otros que se toman esas creencias muy en serio," dijo ella."Por tanto, ¿significa tener integridad seguir los estándares sociales?""Seguir los estándares de vuestra sociedad y evitar lo que no está considerado ético, legal, o moral, no es cosa de integridad; eso es tener sentido común.""Por tanto ¿recomiendas conformidad porque es más fácil?""Yo no recomiendo que aceptes algo ciegamente o te rebeles ciegamente. Simplemente mantén los ojos bien abiertos, y pon más atención a la Inteligencia Espiritual de tu corazón en vez de complacer o negar impulsos o deseos aleatorios. Sigue la guía en integridad de Martin Luther: Ama a Dios y haz lo que te apetezca."Haz lo que te apetezca, pensé, preguntándome por un momento si esto era algún tipo de invitación, y qué haría si lo fuera. Mis reflexiones fueron pronto interrumpidas por las palabras de la santa mientras se ponía la ropa y me indicaba que yo también debería hacer lo propio. "Como decía, viajero, la Ley de la Integridad pide una genuina expresión de nuestra realidad interior. También reconoce que si la envidia, la avaricia, y la manipulación influencian nuestras acciones y expresiones, las consecuencias son inevitables, están construidas en la mecánica del universo. Al romper las Leyes Espirituales, el propio acto es el castigo, poniendo en movimiento fuerzas sutiles las consecuencias de las cuales no nos podemos escapar más de lo que nos podemos escapar de la ley de la gravedad."En ese instante ya nos habíamos adentrado más en el valle, donde empinadas vertientes y gruesos matorrales componían los sonidos de nuestro paso. Perdido en el pensamiento sobre lo convencional, los deseos, y la integridad, casi choqué con la santa, que se había parado para señalar un lagarto que había salido de la grieta de una roca. "Ese lagarto no intenta ser algo diferente," dijo ella. Entonces comenzó a señalar un objeto detrás de otro, diciendo, "Esto es un árbol. Allí hay una riera -""Sí," interrumpí. "Ya los veo.""¿Pero puedes sentirlos?""No estoy muy seguro de qué quieres decir.""A diferencia de las criaturas del mundo natural, los humanos están rodeados por el artificio social, apartándose de su propia verdadera naturaleza."Entonces, casi hablando en un susurro, ella dijo, "Los shamans – los curanderos de los nativos – practican el arte del cambio de forma. Este arte no consiste en cambiar tu cuerpo sino en propagar tu conciencia a los animales, árboles, o riachuelos para poder sentirlos – aprender sus lecciones – identificándose con cada uno de ellos para poder sentir sus cualidades interiores y convertirte interiormente en ellos. Esto es posible porque el Yo auténtico contiene todas estas cosas.""¿Qué tiene todo esto que ver con la Ley de la Integridad?""Supuse que lo preguntarías," dijo ella sonriendo. "Mi amigo Lao-tzu una vez dijo, ´El oso polar no tiene que bañarse para ponerse blanco; y tú tampoco tienes que hacer nada excepto ser tú mismo´. El mundo natural está repleto de tal autenticidad; el caudaloso río, el movido viento, y los ruidosos grillos están contentos de ser ellos mismos. ¿Estás tú completamente contento con quién eres – no ser nada más, ni nada menos?""¿Qué pasa si quiero convertirme en algo más?" pregunté."¿Más?" la santa sonrió. "¿Cómo podrías ser más? ¡Tú ya no tienes límites! Cuando dejes el cuerpo, viajero, nadie en las puertas del cielo te preguntará si fuiste un santo; te preguntarán si fuiste tú mismo, si hiciste el papel para el que has venido a la Tierra."La sabiduría de los años," continuó ella, "de Platón a Shakespeare, nos recuerda, ´Conócete a ti mismo,´ y ´sé verdadero.´ Integridad significa ser íntegro, conociéndonos a nosotros mismos y siendo nosotros mismos, para que nuestras acciones sean auténticas, consistentes con nuestras intenciones supremas – para que nuestro cuerpo, mente, emociones, y actitudes se complementen entre sí, formando un todo mucho mayor que la suma de las partes."No tiene sentido hablar de integridad hasta que entendamos nuestros más profundos incentivos, valores, y motivos – hasta que aceptemos quienes Somos, nuestra Luz, en vez de quienes esperamos ser o pretendemos ser. Una persona puede donar a los pobres por amor y compasión; otro puede hacerlo por culpabilidad, o por la necesidad de impresionar a los demás; cada uno de los dos demuestra caridad; sólo uno muestra integridad. Motivos e intenciones marcan una gran diferencia en las vidas de los que dan y en los que los que reciben, porque damos mucho más que monedas; damos la moneda de nuestro ser.""Me está dando la impresión que es mucho más difícil conseguir vivir la integridad de lo que pensaba.""Todo es difícil hasta que se convierte en fácil," contestó la santa. "Se necesita coraje y ser abierto para conseguir autenticidad – ser capaz de decirte a ti mismo y al mundo, ´Te guste o no, este soy yo,´ y después vivir esa verdad. Pero una vez que aceptas tu humanidad, la integridad no es nada difícil. No se trata de ser perfecto o infalible; todos hemos cometido errores. Sólo podemos hacerlo lo mejor posible y aprender de nuestros fallos, para que podamos hacerlo mejor la próxima vez. Estar unido a la Ley de la Integridad significa aceptar nuestras flaquezas y aferrarnos a nuestra fuerza interior, y así convertirnos en ejemplos vivientes que enseñan el camino a otros.""Quizás esto es a lo que se refería Mahatma Gandhi cuando decía, ´Mi vida son mis enseñanzas´.""Sí," respondió ella. "Los niños nunca han sido muy buenos escuchando a sus padres, pero nunca fallan a la hora de imitarlos.""No creo que sólo te estés refiriendo a los niños.""De hecho no," replicó la santa. "Todos nos influenciamos los unos a los otros por medio de nuestro ejemplo, y todos aprendemos imitando, seamos o no conscientes de ello. Influimos a los demás no tanto por lo que decimos, sino por cómo vivimos."Una vez caminé por una carretera junto a una señora que se hacia llamar a sí misma Peregrina De La Paz," continuó la santa. "Ella viajaba por fe, caminando hasta que era ofrecida refugio y ayunando hasta que era ofrecida comida, recordándonos, ´Vivid acorde con vuestra Luz suprema y más Luz os será otorgada.´ Esto resume la esencia de lo que es integridad, viajero, y tú eres llamado a practicarla."

LEY DE ACCION (Por Dan Millman)

DAR MOVIMIENTO A NUESTRA VIDANo importa lo que sintamos o sepamos, no importan nuestras dotes potenciales o talentos, sólo la acción les da vida.Muchos de nosotros entendemos conceptos como el compromiso, el coraje, y el amor, pero en realidad saber es hacer.Hacer trae la comprensión, y las acciones convierten conocimientos en sabiduría.No puedes atravesar el mar simplemente mirando al agua.Rabindranath TagoreEmergiendo del valle, escalamos una pequeña, pero pronunciada pendiente y desembocamos en una cuesta justo por encima de la cabaña de la santa. Mi estómago no dejaba de rugir. Exceptuando aquellas fresitas, no había comido en dos días. Justo entonces la santa anunció, "Es hora de comer.""¡Que bueno!," dije yo. "Justamente lo que estaba pensando -""Lo sé," dijo ella. "Puedo oír a tu estómago rugir." Sonriendo me llevó a un jardín que ella misma había cultivado. Un riachuelo fluía a través de él, y era usado para irrigar las coloridas hierbas, frutas, y verduras que crecían allí."Coge cualquier cosa que te apetezca."Cocinamos un potaje con patatas, salpicado con pimiento y algunas hierbas que no reconocí, servidas junto a una ensalada fresca. Mientras nos sentábamos a comer, la santa habló de la Ley de la Acción. "No puedes vivir de buenas intenciones," comenzó. "Para preparar esta comida, he despejado el terreno, cavado el suelo, y sembrado las semillas, antes de recoger la cosecha. Hacen falta más que sueños y buenas intenciones para vivir en este mundo; se necesita acción."Mientras comíamos, me explicó un incidente – de una vida anterior, supuse. "Yo no siempre aprecié la diferencia entre las ideas y la acción," dijo la santa. "Cuando era una joven estudiante en la India, aprendí una importante lección. En aquellos tiempos, yo procedía de una familia privilegiada, y pasaba la mayoría de mi tiempo leyendo. Un día, durante un viaje, mientras un barquero me llevaba a través de un ancho río, le describí todos mis conocimientos y cómo los había conseguido. El barquero me escuchó atentamente; entonces, después de un rato, me preguntó: ¿sabes nadar? ´No,´ contesté, ´no puedo.´ ´Entonces me temo que todos tus conocimientos son una pérdida,´ dijo el barquero. ´El barco se hunde.´"Los dos nos reímos mucho."Entonces, ¿qué pasó?" le pregunté."Oh, me ahogué," contestó ella. "Fue una lección que nunca olvidaré. Este mundo es un reino de energía y acción; no importa lo que sepas o quién seas – tampoco importa la cantidad de libros que hayas leído o los talentos que tengas – sólo la acción tiene el potencial de darles sentido en la vida. Las filosofías impresionan y las ideas abundan, pero las palabras, no importa como sean de elegantes, son baratas. Es fácil hablar de compromisos, coraje, y amor, pero hacer es entender, y la sabiduría nace a partir de la práctica."La seguí mientras se acercaba al final del jardín. Escalamos algunas rocas, y observamos el bosque que se extendía a nuestros pies."Mucha gente disfrutaría con una vista como esta," dijo la santa. "A lo mejor aspiran a escalar hasta aquí, y quizás estén deseando tener la satisfacción de estar aquí de pie. Pero mientras muchos de ellos no han alcanzado la cima y disfrutado de la vista, nosotros lo hemos hecho – no porque seamos más inteligentes o más fuertes o lo merezcamos más, sino simplemente porque hemos hecho la escalada. Sólo aquellos que hacen la escalada disfrutan de la cima."Después, mientras volvíamos a nuestra comida, la santa observó, "Emprender acciones nunca ha sido fácil en este mundo; fuerzas de duda e inercia están por todos los lados, hasta entre nuestra mente y cuerpo. Convertir las ideas en acciones requiere energía, sacrificio, coraje, y corazón, porque actuar es arriesgar. Tenemos que superar todas las buenas razones que nos invitan a apartarlo, a dejar que lo haga otra persona, a permanecer en la sencilla silla de las buenas intenciones. Pero la Ley de la Acción envía el mismo mensaje una y otra vez: es mejor hacer lo que es mejor que no hacerlo y tener una buena excusa.""Yo pienso que se necesita coraje para levantarse cada día de la cama, y por tanto todo el mundo aplica la Ley de la Acción.""Todos los seres vivos actúan, pero la mayoría de las personas no actúan sino que reaccionan - y sólo reaccionan como consecuencia de sufrir dolor o miedo, cuando las relaciones se convierten en un infierno o cuando los cuerpos físicos caen enfermos del estrés. La Ley de la Acción nos enseña a superar las inercias a la vez que las impaciencias, actuando con coraje, claras intenciones, y compromiso.""¿Cómo podemos superar la inercia?""Aceptando tres realidades fundamentales," contestó ella. "Primero, aceptando nuestra humanidad y nuestra presencia física en el mundo; segundo, dándonos cuenta que nadie va a vivir por nosotros y que sólo nos hacemos más fuertes a partir de nuestros propios esfuerzos; y tercero, aceptando que la acción puede inicialmente comportar cierta incomodidad – y después ¡a continuar con ello!"Ya no nos podemos permitir el lujo de esperar hasta que nos sintamos a salvo y seguros, inspirados o motivados – hasta que el miedo o la duda miren en la otra dirección. Ya no podemos esperar a que alguien nos dé permiso para actuar. Siento una gran urgencia. Es por eso que he vuelto a aparecer, en este tiempo y lugar – para cumplir lo que estoy hablando contigo ahora. Ha llegado el momento de actuar de acuerdo con nuestros ideales supremos, a pesar de temores, dudas, o incertidumbres que surjan. Sólo podemos mostrar coraje en la cara del miedo. Cada día necesitamos coraje, porque cada día nos enfrentamos a miedos – no necesariamente en situaciones dramáticas como atrapar a un ladrón o salvar a una persona que se ahoga, si no de formas diversas como expresando nuestros sentimientos, rompiendo un viejo hábito, o tomando el riesgo de ser diferente."Nos levantamos y comenzamos a repelar lo poco que quedaba de nuestra comida. "Me gusta guardar las sobras como una ofrenda para los animales, pero no demasiado cerca de la cabaña." Me dirigió a través de algunos árboles hasta el final de una vertiente tan inclinada que casi era un barranco.De pie en el borde del precipicio, la santa comenzó a tirar algunas sobras a los ciervos que merodeaban por abajo. De repente, la vertiente en la que estábamos, ablandada debido a las lluvias torrenciales, cedió. Antes de que mis ojos se percataran, ella desapareció de mi vista. Me incliné adelante y la vi despeñándose por la pendiente. Me encontré a mi mismo saltando por encima del precipicio, intentando mantener mi equilibrio mientras me deslizaba tras ella. Los dos nos deslizábamos en una caída vertical.Ella estaba consciente, pues la vi agarrándose a las raíces de los árboles, intentando frenarse. Todo sucedió a cámara lenta, con todo lujo de detalles. Sabía que me estaba llenando de morados y rascadas, pero no sentía ningún dolor.Quería ayudarla, pero primero tenía que ayudarme a mí mismo; comencé a agarrarme a raíces y hierbas. La suerte estuvo conmigo, y, mientras la superaba en la caída abajo, nos cogimos de la mano. Esto debió ser cuando una piedra me golpeó en la cabeza, porque no recuerdo nada más.Me desperté estirado junto a un lago. Mi cabeza estaba mojada con sangre. Abrí los ojos y vi a la santa, con la cara sucia pero sonriente mientras limpiaba mi cabeza con un trapo mojado. "La cabeza ha dejado de sangrar," dijo ella. "Parece ser que vas a sobrevivir.""Tú, también," dije intentando devolverle la sonrisa.Más tarde, en el fresquito de la noche, mientras nos refugiábamos al lado del fuego en la cabaña, hice una reflexión sobre lo que había pasado, y finalmente el miedo me sacudió: "¡Nos podíamos haber matado! O me podría haber matado – no sé que te hubiera pasado a ti.""Hubiera sido más sabio y mucho más seguro si te hubieras quedado donde estabas," respondió ella. "Pero mostraste coraje al venir tras mí.""No intentaba ser un héroe; no me lo pensé. Simplemente te vi caer y salté.""Bueno, una perfecta demostración de la Ley de la Acción.""Si en el futuro necesitas más demostraciones, preferiría lanzar piedras a un árbol."Ella sonrió. "Algunas veces estas cosas ocurren.""Bueno, debe ser tu año de despeñarte montañas abajo," dije refiriéndome a la caída que me había explicado anteriormente."¿Crees que es un signo claro de que debería vivir cerca del nivel del mar?" me preguntó ella. Entonces, más seria, añadió, "Podía haber sido diferente. Te podías haber matado. Tu impulso por ayudar ha sido admirable pero con poca vista.""¿Qué?""Tu asumiste que no me podía ayudar a mí misma.""Bueno, sí que parecías necesitar un poco de ayuda.""Y la necesitaba. Pero, ten en cuenta que cada ley contiene las semillas de su opuesto. A veces la compasión requiere acción, pero esta Ley también contiene la sabiduría de estar tranquilo y quieto, la acción de la inacción.""Como la meditación," dije."Sí. Hay un momento para la acción y otro para estar quieto. Algunas veces puedes mostrar el coraje más grande, la paciencia, y la sabiduría permaneciendo tranquilo incluso cuando deseos o impulsos irresistibles te piden que actúes.""¿Cómo puede saber uno el momento de actuar, y cuándo estar quieto?""Aquellos que tienden a la inercia y el miedo necesitan enfocar más en el deseo de actuar con bravura y decisión. Aquellos dados al discurso o a la acción impulsiva serían sabios parando, respirando profundamente, y observando sus impulsos sin sentirse obligados a actuar sobre ellos. En cualquier caso, escucha a la sabiduría de tu corazón; entonces sabrás cuando has de estar tranquilo y cuando has de actuar."Después de eso, nos sentamos conjuntamente en la tranquilidad de la tarde, mirando a las llamas mientras el calor del fuego nos apaciguaba el dolor de nuestra reciente aventura. Mientras oscurecía, el cansancio me hizo dormir. Me estiré de lado, mirando las llamas, escuchando su voz: "El fuego transforma la materia en energía, recordándonos que todas las cosas pasan y cambian. Al final, todos somos consumidos por los fuegos sin llama de la vida. Actúa con bravura, viajero, mientras todavía tengas el tiempo, mientras todavía tengas un cuerpo." Tras sus palabras vino el silencio.

LEY DE LOS CICLOS (Por Dan Millman)

LA DANZA A LA CANCIÓN DE LA NATURALEZAEl mundo Natural se mueve en ritmos, secuencias, y ciclos – el paso de las estaciones, el movimiento de las Estrellas, la subida y el flujo de las mareas.Las estaciones no se empujan las unas a las otras; ni las nubes avanzan al viento a través de los cielos.Todas las cosas suceden en su momento adecuado – subiendo, cayendo, subiendo, como las olas de los mares, en la rueda del tiempo.En cada corazón del invierno yace una primavera templada, y detrás del velo de cada noche espera una puesta sonriente.Kahlil GibranAquella noche en la cabaña, tuve un sueño vívido; al menos pienso que fue un sueño: la voz de la santa me despertaba. Ya había luz fuera, a pesar de que parecía que me acababa de dormir. No sentía ningún dolor de mi caída anterior; de hecho, casi no sentía mi cuerpo. La santa dijo, "Ven." No recuerdo sus labios moverse. Después yo estaba de pie al lado de la puerta de la cabaña, mirando fijamente un brillante día de verano. La hierba de California se había puesto marrón, y el aire era seco y polvoriento."Cierra los ojos," dijo ella. Recuerdo unos pocos momentos de total oscuridad y silencio. Entonces mis ojos se abrieron a un día nuboso de Otoño. Debía haber llovido, ya que el polvo se había asentado y la seca hierba mostraba tonos verdosos. Un viento frío me golpeó la cara, así que cerré mis ojos.Cuando los abrí sentí un frío invernal; los árboles que nunca habían sido verdes estaban desnudos. Restos de hielo se difuminaban sobre las dispersas hojas. Salí afuera, sentí la dura, fría tierra, y oí unos truenos en la distancia.Con un relámpago, el aire se volvió primaveral de nuevo, y oí la voz de la santa. "El mundo natural baila a la música del cambio – el paso de las estaciones, las revoluciones de los cielos, y el día convirtiéndose en noche. Todas las cosas ocurren en su propio momento adecuado, cambiando y creciendo, apareciendo y desapareciendo, creciendo y decreciendo, el flujo y el reflujo. Cualquier cosa que sube baja, y cualquier cosa que baja puede subir otra vez. Esta es la Ley de los Ciclos."Después ya era la mañana. Me levanté fresco pero decididamente dolorido. Después de darme unas bofetadas de agua fría en la cara y de comer unas cuantas fresas, la santa me invitó a andar con ella hacia un lugar especial más arriba en las montañas. Mientras subíamos por un camino rocoso, le dije lo del sueño."Las estaciones tienen muchas cosas que enseñarte, y tu sueño es un signo de que estás preparado para entender.""¿Entender el qué?""Que los vientos de cambio pueden venir como un fiero huracán, destrozando tu vida, o como una suave brisa que cuida tu cara – que ese cambio es la única constante, y que ocurre a su propia manera, en su propio tiempo adecuado.""Siempre he tenido diferentes sentimientos sobre el cambio. Algunas veces cuando la vida parece apagada, lo deseo, pero cuando las cosas van bien, un cambio puede ser – bueno, difícil.""El cambio por sí mismo no es difícil," replicó la santa. "Pasa con tanta naturalidad como una puesta de sol. Pero la mayoría de nosotros buscamos rutinas familiares para crear una sensación de control y orden, por tanto, el cambio puede parecer una bendición o una maldición, dependiendo de nuestros deseos; la misma lluvia bienvenida por las flores es maldecida por los excursionistas que desean un día soleado."La Ley de los Ciclos nos recuerda que al mismo tiempo que las estaciones cambian, también debemos hacerlo nosotros, que nuestros viejos hábitos no han de controlar nuestra vida, que nuestro pasado no tiene porqué convertirse en nuestro futuro, y que la inercia del cambio nos lleva a una mayor consciencia, sabiduría, y paz."Mirando hacia su exuberante jardín, la santa añadió,"hacer de jardinera a través de las cuatro estaciones revela otras lecciones del mundo natural: que las semillas sólo se reproducen de su mismo tipo, que sólo recoges lo que siembras, que cuando recoges la cosecha has de guardar algunas semillas para la siguiente plantación, que tienes que acabar un ciclo para poder comenzar otro, que hay un momento para todas las semillas para crecer, cambiar, y eventualmente morir, para ser enterradas y plantar una nueva cosecha. Tal y como las semillas y los ciclos, nuestras vidas van de la misma manera."Disfruta cada estación de tu vida, viajero. Prepara el terreno pacientemente, planta las semillas, haz el trabajo, y recogerás abundantes frutos. Acepta la buena fortuna y la adversidad como aceptas el cambio de estaciones. Disfruta la helada belleza de un día de invierno y los calurosos días de verano, ya que con suficiente rapidez, cada estación, cada día, cada momento, pasa a la historia, y su parecido exacto puede no ser visto nunca más. En vez de desear el verano en medio del frío invierno o pedir vientos frescos en los bochornosos días de verano, abraza a cada estación por sus propios regalos. Alinéate con los ciclos del tiempo y transformación, navegando sobre el cambio como los barcos sobre las olas.""Me estás diciendo que los ciclos de cambio van a suceder me guste o no, y que por tanto debería aceptarlos.""Eso, y más," contestó ella. "La Ley de los Ciclos también revela cómo cooperar completamente en tu propia evolución, ser un experto en dominar el tiempo, y encontrar grandes fortunas.""¿Cómo?""Todas las cosas tienen un momento más favorable y uno menos favorable," contestó ella. "Las puertas se abren y se cierran; las energías suben y bajan. Un pensamiento o una acción iniciados cuando la energía está subiendo o ganando momentum viaja fácilmente hacia la finalización, pero un pensamiento o acción iniciado en un ciclo de descenso tiene un impacto reducido. Es entonces cuando la Ley de los Ciclos se combina con la Ley de la Acción para revelar que la paciencia es la mejor parte de la sabiduría – la sabiduría de saber cuándo hay que actuar y cuándo hay que estar tranquilo, cuándo hablar y cuando callar, cuando trabajar y cuando descansar, cuándo subirte a la energía de un ciclo en construcción y cuándo esperar a la siguiente ola."Mientras salíamos del camino y nos dirigíamos directamente hacia un espeso bosque de árboles y arbustos la santa pausó por un momento y me explicó una historia. "En los tiempos antiguos, el rey Salomón sentía una gran agitación interior e imploraba por la vuelta de tiempos simples y más tranquilos, por tanto decretó que un maestro en joyería le hiciera un anillo mágico que fuera inscrito con unas palabras siempre ciertas y apropiadas, en todos los momentos y en todas las condiciones – palabras que ayudasen a aliviar el sufrimiento y aportasen gran sabiduría y perspectiva. Este maestro joyero construyó un anillo especial, pero sólo después de muchos días de contemplación consiguió las palabras de poder divino. Finalmente, el joyero presentó el anillo a Salomón. En él estaban inscritas las palabras ´Y esto también va a pasar.´"El terreno cambió bruscamente cuando salimos del bosque y llegamos a una llanura soleada. Vi un naranjo repleto de grandes naranjas que podía oler desde donde estaba, y diversos manzanos, brotando, pero todavía sin fruta, y dos árboles más que no reconocí."Son nogales," dijo la santa, respondiendo a mi pregunta interior, en el momento exacto, como de costumbre. Entonces, inclinándose respetuosamente hacia uno de los nogales, cogió una pequeña fruta verde de una de las ramas y me la dio."Ábrelo," dijo ella."No creo que esté a punto para comer todavía," dije."Ábrelo," repitió. Primero lo intenté con mis dedos, después golpeando el verde caparazón entre dos piedras. Finalmente, encontré una piedra afilada e intenté abrirla, pero no tuve éxito. Cuando la santa me tocó el hombro, me giré para ver que la santa tenía un puñado de nueces maduras. "De la cosecha del año pasado. Las tenía almacenadas por aquí cerca."Cogió una pequeña piedra y le dio un golpe seco a la cáscara, y se abrió por la mitad. Hizo lo mismo con más nueces, y disfrutamos de un buen aperitivo. Mientras mordíamos, ella me explicó, "Estoy aquí para compartir contigo verdades simples que hacen que la vida funcione mejor. Pero no te puedo prometer iluminación; eso tiene su propio momento. Nosotros los humanos somos como la cáscara de la nuez: si tratas de forzarla en el momento equivocado, es casi imposible, pero una vez que está madura, le das un golpe en el lugar adecuado, y se abre con facilidad. La vida diaria es tu proceso de maduración. Y un día, alguien o algo aparecerá y te dará el golpe."Nos sentamos bajo la sombra de los manzanos, comiendo nueces y naranjas mientras el sol subía hacia las copas de los árboles. Me apoyé contra el manzano y escuché los sonidos de un riachuelo cercano, sintiendo una gran familiaridad con el mundo natural. El sol calentó mis huesos, transportándome a un estado de calma profunda. Me estiré, miré a través de las hojas resplandecientes y vi como las nubes circulaban por encima de nosotros. Como si estuviera previsto, la santa dijo, "¿Ves cómo las nubes se mueven con facilidad con el viento, sin prisa o resistencia?" Esta era una idea que ya había considerado anteriormente, pero su gentil voz, articulando mis pensamientos más interiores, tocó algo profundo dentro de mí de manera que las nubes y el viento penetraron hasta el centro de mi consciencia. En aquel momento la naturaleza se había convertido en mi profesora.La santa finalizó su instrucción sobre la Ley de los Ciclos con una historia: "Hace muchos años, mientras viajaba por Polonia, visité el humilde santuario de un rabí conocido por su gran sabiduría. Su sencilla habitación donde estaba llena de libros. A parte de eso, no tenía nada más excepto una mesa y un banco."Rabí, pregunté, ¿dónde están los muebles?""¿Dónde están los tuyos?" me preguntó él a mí."¿Los míos? Respondí sorprendida. Pero si sólo estoy de paso.""Yo también, dijo el rabí. Yo también."

LEY DE RENDICION (Por Dall Millman)

EL ABRAZO A UNA VOLUNTAD SUPERIORRendirse significa aceptar por completo este momento, este cuerpo, y esta vida.Rendirse implica apartarse a uno mismo de su propio camino y vivir de acuerdo con una voluntad Superior,expresada como la sabiduría del corazón.Mucho más allá que una aceptación pasiva, la rendición utiliza cada reto como un escalón hacia el crecimiento Espiritual y la expansión de la conciencia.Algunos creen que aguantar es lo que hace a uno fuerte; algunas veces es dejar ir.Silvia RobinsonLa mañana se convirtió en la tarde. Un golpe de viento agitó las ramas por encima de nuestras cabezas, cayendo una única hoja que fue al suelo cerca de un riachuelo. Gesticulando hacia el agua que corría, la santa preguntó, "¿Te has dado cuenta, viajero, que el agua fluye, es suave pero poderosa? Cede, con fuerza, flexibilidad, se rinde a la gravedad sin oponer resistencia, adaptándose a la forma de cualquier contenedor. El agua manifiesta la respuesta más inteligente y poderosa que uno pueda hacer ante cualquier circunstancia.""¿Y qué respuesta es esa?""La rendición," dijo ella."No lo entiendo," dije. "Fui enseñado a luchar por mis creencias – a nunca abandonar.""A pesar de que la Ley de la Rendición significa aceptar cualquier cosa que ocurra en tu vida, no significa una tolerancia pasiva por lo que no te gusta, o ignorar la injusticia, o permitir ser una víctima o ser controlado. La verdadera rendición es activa, positiva, asertiva – un empeño creativo para aprovechar tu situación, con una apreciación espiritual.""No puedo pretender que aprecio la gripe, o un pinchazo en las ruedas del coche, u otros problemas," respondí."La Ley no consiste en pretender nada, o en rechazar tus sentimientos verdaderos; consiste en transformarlos. Aprendes a rendirte cambiando tu perspectiva." La santa pausó unos instantes, como si buscara las palabras adecuadas. "Míralo de esta forma. Si hicieras atletismo, tu entrenador podría darte un premio un día y después ordenarte un entrenamiento durísimo. Tú podrías aceptar – incluso apreciar – todo esto como parte de tu entrenamiento. Bueno, lo mismo se cumple en la vida diaria. El Espíritu Santo es tu entrenador, viajero, y la vida es tu entrenamiento. Entonces, yo te pregunto, ¿qué pasaría si pudieras ver una rueda pinchada o la gripe como parte de tu aprendizaje y crecimiento?""Bueno, sería mejor que lo mirara de esa manera. Pero nunca me he imaginado rindiéndome ante una rueda pinchada," bromeé.Sonriendo, la santa explicó, "En su sentido más puro, esta Ley te guía a rendirte al momento – a aceptar cualquier cosa que surja. No sólo implica aceptar las subidas y bajadas de la vida, si no también a aceptarte a ti mismo – tu cuerpo, tus pensamientos, y tus sentimientos.""¿Estás diciéndome que una vez aprenda a aceptarme a mí mismo y rendirme a cualquier acontecimiento que suceda, la vida se hará más fácil?""La vida continuará ofreciéndote retos y tests," dijo ella. "Pero cuando te tomes la vida relajadamente, incluso tus dificultades tendrán un aspecto placentero, como jugar a un juego lleno de retos o resolver un puzzle.""No puedo cambiar el sentimiento de que todo esto es mucho más fácil dicho que hecho.""¡Todo es más fácil dicho que hecho!" replicó ella. "Comienza por las cosas pequeñas. Cuando tengas un mínimo desacuerdo, acepta el punto de vista de la otra persona y mira qué pasa. Despréndete de los pequeños disgustos. Sigue las enseñanzas de Epitectus, una santa griega que aconsejó a sus alumnos, ´Aprended a desear que todo debe de ocurrir de la manera que ocurre.´"De todas las Leyes que he aprendido esta parece la más difícil," dije. "Es como si tuviese que dejar una parte de mí – mis deseos, valores, y preferencias."La cara de la santa brilló con luz propia mientras contestaba. "La Ley de la Rendición honora la santidad en cada alma con su propia chispa Divina. No tienes que dejar eso, viajero; sólo tienes que apartarte de tu propio camino. Rendir tu pequeña voluntad a una voluntad Superior no es una práctica común," continuó ella, "porque puede parecer mejor que hagas lo que prefieras. Esto es entendible. Pero la vida no siempre nos da lo que preferimos, por tanto nuestros deseos nos llevan a ataduras, ansiedad, y frustración. Seguir tu pequeña voluntad te llevará a una satisfacción temporal, pero no a una felicidad duradera. Cuando ves claramente que la vida no sólo consiste en obtener lo que quieres, sino también en aprender a querer lo que obtienes, alinearás tu vida con la Ley de la Rendición.""De hecho, ¿cómo se practica esta Ley?" pregunté."Comienza por preguntar en cualquier situación, ´¿qué es lo mejor aquí para todos los implicados?´ Esto puede significar orar por lluvia en una zona de mucha sequía, aunque tu propio techo tenga goteras. La verdadera rendición puede ser expresada en el sentimiento del corazón ´que no se haga mi voluntad si no La Tuya.´""Esto va a ser un gran esfuerzo para mí.""¡Un gran esfuerzo para cualquiera!" dijo ella, sonriendo. "Pero el esfuerzo es una parte de la vida. Comienza cambiando tu energía y atención a los deseos de esta voluntad más pequeña por la sabiduría de una voluntad Superior.""¿Estás hablando del deseo de Dios?""Ofrecer una oración ´Se haga Tu voluntad´ no requiere que creas en un Dios externo, sólo que tu hables desde tu corazón y te preguntes, ´Si un Dios sabio, adorable, compasivo me estuviera guiando ahora, ¿qué haría en esta situación?´ Después siente tu corazón, y escucha a tu Alma; sabrás qué hacer, y encontrarás el coraje y el corazón para hacerlo – porque el Espíritu de hecho realiza Su trabajo a través de ti, seas o no consciente de ello.""No estoy muy seguro de como comenzar," confesé."Simplemente ábrete a la vida al nivel que puedas. Con el tiempo acabarás practicando la rendición más y más profundamente hasta el punto que podrás abrazar las nubes de lluvia de la misma manera que harías con los placeres de un día soleado. ¡Y no olvides relajarte! La relajación es la manera que tiene el cuerpo de rendirse al momento, dejando ir ideas fijas de lo que debería pasar, para que puedas responder con frescura e inocencia a cada momento, sin juicio o expectativa."Justo entonces vimos al gato que me había enseñado la Presencia, sentado en una roca cercana. "Su majestad ha vuelto al trono" dije.La santa, por supuesto, vio esto como otro objeto de la lección. "¿Te has dado cuenta, viajero, de que los gatos persisten en ir a donde quieren?""Sí, me he dado cuenta," dije mirando hacia el gato."Pero si alguien está bloqueando su camino," añadió, "se sientan, se relajan, se olvidan y aprovechan la oportunidad para limpiarse las patitas. Poca gente ha aprendido el arte de rendirse tan bien como los gatos y los maestros de artes marciales.""¿Qué tiene que ver la rendición con las artes marciales?""Las artes marciales supremas, tal y como el agua, fluyen y son flexibles, sensibles en vez de rígidas o reactivas. Tales artes nos enseñan a estirar cuando nos empujan y a empujar cuando somos estirados, a mezclarse con las fuerzas de la vida en vez de gastar energía pasándolo mal contra ellas."Paró de hablar y miró hacia las montañas por unos momentos, entonces se giró hacia mí. "Hace tiempo en el Japón feudal, yo era una joven samurai, buscando el dominio de la espada. Entrenaba muchas horas al día, practicando cortes, defensa, y movimientos evasivos. Encontré un maestro que aceptó adiestrarme, pero no diría nada sobre mi técnica, insistiendo que era secundario. En cambio, él ponía énfasis en la importancia de renunciar a todo tipo ataduras, a la victoria, a la seguridad, o a los resultados deseados. Sólo el guerrero que podía dejar ir su yo inferior con sus deseos, miedos, y ataduras permanecería relajado y concentrado. En un duelo, rendirse a la muerte significaba sobrevivir; estar agarrado a la vida significaba perderla. ¿Lo entiendes? Esta Ley se puede aplicar a la vida y a la muerte. Cuanto más dejas ir las ataduras, más te expandes hacia una mayor libertad."Anticipando mi siguiente pregunta, la santa añadió, "Tener ataduras de rendición no necesariamente significa dar la casa propia o los bienes de la tierra; es un acto interno, un deseo de abrazar cualquier cosa que ocurra.""¿Cuándo, exactamente, esta Ley es aplicable en el día a día?"La santa rió. "¿Cuándo no es aplicable? Escoge cualquier circunstancia que tú normalmente rechazarías, evitarías, o resistirías; después ríndete a ella completamente, ponla en tu camino, y haz lo mejor de ella. Ríndete a tus impulsos más grandes mientras trabajas por un cambio positivo en tu mundo. Pero, como el gato, no gastes energías resistiendo circunstancias que no puedes controlar."Nos paramos para observar las montañas de debajo. La santa se sentó en la ladera sobre el césped, y yo le imité. Después, tranquilamente, casi con reverencia, continuó. "Admito lo difícil que es rendirse a la vida tal como aparece – a la avaricia, al dolor, a la injusticia en el mundo. Con el tiempo, de todas formas, verás a todo el mundo y todas las cosas como un aspecto del Espíritu Santo – aceptando con fe que a pesar de nuestras dificultades, todo en el Universo se está desarrollando como debe. La rendición es un acto de humildad, una aceptación de que la vida es un misterio cuya profundidad la mente no puede desentrañar. Como escribió Isaac Bashevis, ´la vida es la novela de Dios; deja que Dios la escriba.´"Yo te puedo prometer esto, viajero," ella concluyó. "La Ley de la Rendición te enseñará el camino a un estado natural de gracia, abriendo las puertas a una Fe floreciente, llevándote a la comprensión de la unidad esencial entre tú y todos los seres – una conciencia tan profunda que acelera tu evolución y te catapulta al camino del verdadero potencial humano, hacia una realidad Espiritual mucho más auténtica y profunda que el mundo material."

LA LEY DE LA UNIDAD (Por Dal Milman)

Aparentamos vivir en la Tierra como seres diferentes con diversos destinos; pero tal y como cada gota de la lluvia es parte del océano, todos y cada uno de nosotros somos parte del Océano de la Conciencia, del Cuerpo de Dios.Encontramos Amor y paz interior en las profundidades de la más alta Verdad que todos somos Uno, una Familia.Deja atrás el equipaje del miedo, la envidia, y el resentimiento; vuela, vuela con las alas de la comprensión,para entrar en el Territorio sin fronteras de la Compasión.Ah, no ser aislado, no a través de la insignificante partición fuera de la Ley de las Estrellas.El interior – ¿qué es? si no un cielo encendido, repleto de pájaros y profundidad con los vientos del retorno a casa.Rainer Maria RilkeVenían nubes de la costa, trayendo una rápida lluvia y un arco iris al noreste. Mientras hacíamos una pausa para ver la panorámica, la santa habló de la última Ley que iba a compartir conmigo antes de nuestra partida."La Ley de la Unidad," comenzó ella, "presenta un reto especial para los dos, porque su naturaleza trascendente sólo la hace entendible desde un estado de conciencia más elevado. Por tanto, al principio, quizás sólo toque tu mente. Pero mis palabras son semillas; cuando broten y toquen tu corazón, esta Ley, puede transformar tu vida para siempre. La Ley de la Unidad llama a voces el gran entendimiento que no estamos tan separados como aparentamos – que en realidad todos somos Un Único ser, Una conciencia.""No pretendo faltarte al respeto," dije, " Pero ¿y qué? Quiero decir, ¿qué tiene esta Ley que ver con la vida diaria?""Esto quedará claro pronto," replicó ella. "La Ley de la Unidad no es fácil de entender para el pequeño yo porque no coincide con la percepción diaria. Por tanto, primero asumamos que al nivel de realidad diaria, tenemos de hecho cuerpos, mentes, y emociones separadas. Si yo tengo un pensamiento, no necesariamente surge al mismo tiempo en tu mente; si yo experimento una emoción, tú quizás no te sientas de la misma manera; si yo me golpeo la tibia, tú no sientes el dolor."La Ley de la Unidad es una paradoja, ves – falsa y verdadera, dependiendo de nuestro estado de conciencia. Que seamos Uno o muchos depende más de nuestra perspectiva que de ninguna realidad objetiva. El conocimiento convencional nos dice que estamos separados; la sabiduría Superior nos informa de que Todos somos Uno. Un cambio de percepción revela que todos somos la misma Conciencia, manifestándose en cuerpos diferentes, de la misma manera que las hojas forman parte del mismo árbol. La humanidad se olvida de esta verdad superior, y por el contrario, se centra sólo en nuestras diferencias aparentes, en nuestra separación aparente. Pero tú no lo olvidarás, ¿verdad, Viajero?""No lo olvidaré," dije. "Pero no estoy seguro de entenderlo completamente.""Al menos hemos dado un primer paso; a ver donde nos lleva el siguiente," dijo ella, cogiendo un alcornoque del suelo del bosque. "Si examinamos este alcornoque, lo llamamos ´un´; de hecho está formado por millones de células, moléculas, y átomos distintos. Llamamos a un pequeño átomo ´un´, pero también está compuesto por muchas partículas y fuerzas. Si examinamos la tierra, la llamamos ´una´; de hecho está hecha de tierra, aire, fuego, y agua – incluyendo miles de especies, billones de seres vivientes, e incontables trillones de átomos. Por tanto, ¿es un alcornoque, un átomo, o la tierra uno o muchos? ¿Y qué hay de la humanidad?"No tenía ninguna respuesta; sólo podía meditar la pregunta. "Supongo que es una paradoja," finalmente dije."Sí," asintió la santa. "Y ya que es así, puedes escoger como ver la realidad – desde un diminuto o un expandido estado de percepción.""Mirémoslo de otra manera," continuó la santa. "¿Estás de acuerdo, viajero, que el lenguaje refleja nuestras percepciones más fundamentales – que de la manera que hablamos y las palabras que usamos tienen algo que ver con cómo visualizamos nuestra realidad?""Sí, esto tiene sentido.""Por tanto cuando tú dices las palabras ´Me voy a casa,´ estas palabras tienen un significado, ¿no?""Claro.""Y aquel que te refieres que va a casa está naturalmente separado de la casa. ¿Correcto?""Por ahora te sigo.""Bien, entonces ¿qué quieres decir con, ´Mi cuerpo se siente bien hoy´? El tú que se refiere a ello como mi cuerpo – ¿está ese tú también separado del cuerpo?""Bueno, nunca lo había pensado antes. Supongo que es simplemente una convención de lenguaje," contesté."Sí lo es," continuó ella. "Pero estás de acuerdo que el lenguaje refleja nuestra visión fundamental de la realidad. Y esta frase claramente implica que tú no eres tu cuerpo, si no algo que tiene un cuerpo.""Sí, supongo que lo hace.""¿Es posible que nuestro lenguaje refleje una verdad más profunda? Vamos a llevarlo un paso adelante. Si no eres tu cuerpo, ¿quién eres tú?""Bueno, supongo que podrías decir que soy un Alma, o un yo Superior, que tiene un cuerpo o vive en un cuerpo – algo así.""De acuerdo entonces. Pero ¿qué quieres decir cuando te refieres a ´ mi Alma ´ o a ´mi yo Superior´? ¿Quién es este yo?""No – no lo sé.""¿Podría ser que el yo que habla a través del cuerpo, que se refiere a mi casa, mi cuerpo, mi Alma, mi yo superior, sea, en realidad la pura Consciencia misma?""No – no lo sé. Es una paradoja – una . . .""Sí, de hecho lo es. ¡Considéralo, viajero! La conciencia que vigila a través de billones de ojos es la Única Conciencia de Amor y sabiduría infinita que llamamos Dios, que mira como se une la vida con la piedad y la compasión, y que es la vida misma. ¿Podría ser que hasta cuando diariamente vas a tu negocio, con tus deseos personales y preocupaciones, y tus sueños, que tú seas esa Conciencia que también se manifiesta como todos esos cuerpos y mentes y árboles y pájaros y alcornoques?""¿Me perdonas un momento?" dije. "Mi cerebro está a tope."Ella rió. "¡Este es el problema! Tu cerebro no puede descifrarlo; sólo puedes sentirlo o no. Cuando lo hagas, en momentos excepcionales de expansión, tu mente finalmente descansará; serás inmerso en la felicidad más absoluta y experimentarás pura paz y gozo. Hasta entonces, esto sólo son palabras."Miré, sintiendo como si me estuviera perdiendo algo importante. Quería experimentar lo que ella estaba diciendo.De nuevo respondiendo a mis pensamientos más profundos, la santa levantó mi barbilla y me miró a los ojos. Le devolví la mirada, y me encontré a mí mismo en un cansancio más y más profundo, hasta que su cara comenzó a cambiar: primero vi luz alrededor de ella; después ella era una mujer muy mayor, y después una fiera guerrera, y después otra gente, también, hasta que finalmente, vi a . . . mí mismo. No quiero decir mi reflejo; quiero decir que nuestra conexión era tan profunda que allí sólo había un ser, no dos.Después volví a la conciencia del día a día. Estábamos sentados con las piernas cruzadas en el césped. Estaba estupefacto y sin palabras. "Esto sólo era un avance, viajero," dijo la santa. "No te estoy pidiendo, en tu conciencia del día a día, que experimentes o creas o comprendas completamente tu Unidad con toda la Creación. Esa experiencia sólo es concedida por la gracia. Pero cuando has sentido esa Unidad hasta con un ser humano, puedes concebirlo con el mundo. Una parte de ti, en un lugar en las profundidades de tu corazón, reside esta verdad superior; esta es la razón por la que puedes, en cualquier momento, alinearte con la Ley de la Unidad escogiendo percibir a otra gente – queridos, amigos, y adversarios – como partes de tu yo expandido."Por tanto la próxima vez que discutas con alguien," continuó ella, "o hagas el amor, o juegues a algún deporte, pregúntate, ´¿qué ocurre si escojo ver a los demás como un aspecto de mí – escojo percibirlos como Uno? ¿Cómo actuaría? ¿Cómo influenciaría mis relaciones? ¿Qué pasaría entonces con los sentimientos de envidia o celos? ¿Qué pasaría si mi pequeño auto-interés se convirtiera en un auto-interés Mayor? ¿No se convertiría la competición en cooperación cuando te dieras cuenta que incluso tus aparentes adversarios son tus alumnos y profesores – una parte de ti?""Parece como si lo pudiera cambiar casi todo.""Este entendimiento, de hecho, puede y va a cambiar el mundo, un humano a la vez," dijo la santa."Algunos profesores y libros se refieren a esta idea de la Unidad.""Pocos lo han oído," respondió ella. "El mundo ahora está madurando, casi listo para entender – no sólo unos pocos idealistas, sino ya hay una multitud de realistas creciendo en progresión exponencial que reconocen que la evolución humana – que la existencia humana – depende de esta visión expandida de la humanidad como Una. Así como nuestros órganos colaboran por el bien de todo el cuerpo, el Planeta se encuentra en la cúspide, a las puertas de un cambio desde el competitivo interés personal a una cooperación con el corazón abierto para el interés de Todo el Cuerpo de la Humanidad."En ese momento entendí porque me había dado la bienvenida como a un antiguo hermano perdido. La santa, de hecho, me veía a mí y al resto de personas como una parte de ella. "Ahora puedes entender," dijo ella hablando en mis pensamientos, "porqué la vida es tan divertida para mí. Hablar contigo, mirar a un árbol, mirar a los ciervos, sólo veo otro aspecto de mí misma. Recojo frambuesas y es como -""Como aquella historia de J.D.Salinger," interrumpí. "Un niño bebe un poco de leche y se siente como si estuviera virtiendo a Dios dentro de Dios.""Sí, viajero, es así. Y cuando comienzas a ver a amigos y adversarios, queridos y extraños, a través de los ojos del Único Ser, entonces todos los dilemas y los conflictos se disuelven, todas las heridas se curan, y toda paradoja es resuelta a la Luz de esta Verdad existencial. Este es el final de toda búsqueda, porque tú eres todo el mundo y todos los lugares. Es el fin de cualquier miedo, porque te aferras a esa Verdad viviente que eres – esa Conciencia pura que nunca muere. En la Unidad están todas las Leyes Espirituales: un estado de equilibrio y ecuanimidad, una fe perfecta en las elecciones que haces y en el proceso de tu vida, la paciencia necesaria mientras andas paso a paso en el presente eterno, la compasión por todos los otros, partes de ti - aspectos de tu Ser. Aquí las dudas son superadas, y todas las acciones brillan con integridad. Después de muchas vidas buscando, eres Uno con el Universo."La voz de la santa se volvió más suave, como si estuviera en una ilusión: "¿Puedes aferrarte a ello, viajero? ¿Puedes sentir la verdad de mis palabras? ¿Entiendes que tú eres el chico que se está quemando en un pueblo en guerra, y que eres el piloto que está bombardeando? ¿Que tú eres la madre y el recién nacido, la víctima de un brutal asalto y el violador que comete el crimen? Has cometido todas las cosas en nombre de Dios o de la maldad. El más elevado y el más humilde eres tú, llevando trapos y oro. Tú estás en cada acto de amabilidad y crueldad, de cobardía y coraje. Donde va el tonto o la santa, y las criaturas que andan o nadan o vuelan, allá vas tu. Uno y muchos, altos y bajos, desagradables y dulces, tú eres la Tierra, y todo el espacio por encima y por debajo."Tú eres la luz que brilla a través de los ojos de todos los seres, verdaderamente Uno. Así es como conozco tus pensamientos y puedo hablar de mis vidas pasadas: Como somos Uno, compartimos todas las vidas pasadas, las cuales están ocurriendo ahora, desde el pasado, el presente, y el futuro todo es Uno.""¿Quieres decir, que cuando sea capaz de entender esta Unidad con tanta profundidad como tú, también seré capaz de sintonizar con los pensamientos de otra gente y conocer vidas pasadas?""¡Por supuesto!" dijo ella, riendo. "Sabrás todo lo que hay que saber para poder servir a los demás. Pero tales poderes no te preocuparán, porque tú serás todo el mundo. Alinear tu vida con la Ley de la Unidad cambia todo incluso cuando parece lo mismo. Vives una vida ordinaria, como lo hago yo; pareces una persona normal, pero el mundo se vuelve infinitamente más dulce, más intenso, bonito, divertido, y placentero."Salimos de un anillo de árboles y comenzamos a bajar la montaña, de vuelta hacia donde encontraría el camino familiar de mi casa, puesto que estábamos llegando al final de nuestro tiempo juntos. Mientras caminábamos, la santa anunció una nueva visión de nuestro futuro: "A la vez que una conciencia Global se despierta, viajero, nos encontramos a nosotros mismos en medio de una transición fundamental."Esta transición no será sin dificultades, pero el Gran Despertar es tan inevitable como el último respiro de los que dejan el cuerpo físico o el primer sollozo de un bebé. Mientras hablamos, la ilusión de la separación está dando paso a una Verdad superior de nuestra Unidad. Ahora es el momento de abrazar la Tierra, puesto que muy pronto, abrazaremos el Universo."