domingo, 27 de junio de 2010

ANTIGUO EJERCICIO ESENIO DE PURIFICACION Y SALUD (Por Hector Vico)

Antiguo ejercicio Esenio de purificación y salud


Antiguo Ejercicio Esenio de Purificación y Salud
Párate en medio de la naturaleza viviente, entre el cielo y la tierra Siente la tierra bajo Siente el cielo infinito tus pies; siente como sobre ti; te inspira, te la tierra te carga y mejora, te eleva. te sostiene.

En el cielo, piensa en el origen de tu espíritu y de tu inteligencia. En el cielo, piensa en el origen de tu alma eterna, de la más elevada conciencia universal.

En la tierra, piensa en el origen de tu alma terrestre, en tu conciencia individual. Siéntete como una unión viviente entre las fuerzas del cielo y de la tierra, del infinito y de lo que

Coloca las Arrodíllate dos manos en la tierra, juntas sobre y con tu tu pecho (el mano corazón derecha místico), en cava un señal de pequeño oración y de hoyo en la unión tierra. interna con el cielo y la tierra dentro de ti.

En esta postura sagrada, permite que una hermosa luz, la fuerza, la presencia del cielo, fluya a través de ti: el omnipresente Padre de todos los seres vivientes. Imagina una luz diamantina, transparente como el agua pura.

Inclínate con amor sobre la Madre Tierra, y coloca tus manos alrededor del pequeño hoyo. Inclínate sobre la tierra y coloca tu boca entre tus
Ofrécele con tus palabras a la tierra el agradecimiento del cielo a la Madre Tierra; ofrécele también el agradecimiento de tu corazón y, a través de ello, del corazón de la humanidad.

Pronuncia las palabras: “Madre Tierra, yo te ofrezco mi agradecimiento con todo mi corazón, y a través de él del corazón de todos los hombres y las mujeres. Que todos los seres que llevas en tu seno protejan, nutran y bendigan todo lo que crece.”
Acuéstate después sobre la tierra y abandónate sobre ella. Que tu cuerpo y tu alma nacidos de ella sean uno con la Madre Tierra y su oculto esplendor.
Piensa y di: “Madre Tierra, elimina todas mis enfermedades y mis faltas según tu voluntad, para que pueda recibir la bendición del espíritu divino y trasmitirla a todos los seres

Mantente en comunión, en silencio, mientras dejas que la tierra te purifique completamente. Ponte nuevamente de rodillas y coloca tus manos frente a la rosa solar del corazón.

Piensa en tu espíritu, siente tu alma, y di con tu fuerza vital: “Con amor y gratitud, te ofrezco mi amoroso agradecimiento lleno de
A la Madre al agua Tierra, de la gracias; vida, gracias; al precioso al aire, fuego gracias; sagrada los a las minerales, plantas gracias; , gracias; a la humanidad a los que camina por el animale sendero de la s, evolución,
a todos los a la ángeles, inteligencia gracias; cósmica que creó mi pensamiento, gracias; al océano de amor que creó mi sensibilidad, gracias; a la vida universal que impregnó mi futuro con la semilla de la individualidad, gracias;
a todos los seres del mundo, doy las gracias en Él, la única Fuente que unifica a todos los seres en su origen y propósito”.

Cruza los brazos sobre tu pecho, inclina ligeramente tu cabeza, y pronuncia la palabra de cierre: “Amen”. Entonces, rellena de nuevo el agujero que cavaste para hablar con la Madre del mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario